El bicho enjaulado en las carreras

08.02.2018

Todo vale para ahogarnos y no mirar que ocurre en nuestro interior cuando sobreviene un malestar. Despistarnos con cosas pequeñas, aumentar relaciones adormecidas, hábitos, compras o hacer ejercicio.

Si prácticas la carrera como camino de escape muchas veces te abordará la duda, y mantendrás la buena conciencia de cuestionar el falso equilibrio. El disfraz se encajó al cuerpo y es fácil confundirlo con la piel. Así que ¡ VIVA LA DUDA!  

Debajo del malestar que sentimos suele haber falsedad. Esa primera capa disfraza para ayudar a vivir sin percatarse. Mejor así; cualquier luz nos llevaría a la crisis. Por otra parte, quizás sea la forma de renunciar al viaje, la última oportunidad para echase atrás: una vez dentro ya no volveremos a ser los mismos.

Debajo de la falsedad se esconde una rabia. Ese grito tan callado de quien de repente cae en la cuenta del montaje. La rabia nos conecta con el animal que somos para romper la crisis. Pero que pasa cuando la reconducimos con actos energéticos, carreras y competiciones. Que la rabia deja de convertirse en camino de liberación. El temor a sentirla se come cualquier movimiento, ha creado fantasía y sigue explosionando sin control. Hemos tenido el 'bicho' dormido durante mucho tiempo, y lo hemos tornado feroz como cualquier animal enjaulado

 * Fotografia: Ian Corless                                                                                                                                           * Texto adaptado de. Perls, F 

© 2016 Alexandre Suarez. Terapeuta, Instructor en Mindful Running y Coaching Outdoor
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